Miguel Ramírez ha estado haciendo olas en toda Sudamérica en los últimos dos años. Es aclamado por muchos como uno de los entrenadores jóvenes más emocionantes e innovadores de Suramérica. No, no porque se parezca al entrenador del Manchester City, Pep Guardiola, y juegue un estilo similar de fútbol. Si bien entiende la comparación, Ramírez destaca que su propia experiencia y tiempo con los mentores que han dado forma a su filosofía futbolística actual.
“La inspiración ha venido de la gente que he tenido a mi alrededor— gente que ha ayudado a forjarme y , me ofreció una idea sobre cómo seguir siendo entrenador”, dijo Ramírez a The Athletic en diciembre.
La inspiración y la filosofía futbolística de Ramírez son la personificación de lo que se piensa del fútbol moderno. Es fútbol atrevido y ofensivo que se centra en controlar la pelota y recuperarla lo antes posible cuando se pierde. Es un estilo de alto riesgo y alta recompensa que parece abrumar a los oponentes en ambos extremos de la cancha.
Cuando se le preguntó cómo describiría su filosofía de juego en una frase, Ramírez dijo, “Quiero ser el protagonista en ofensa y defensa”.
En la ofensiva, los equipos de Ramírez buscan abrumar creando sobre cargas superando a los jugadores defensores opuestos. En la defensa, el equipo busca presionar el balón con equipos dobles o incluso triples. Todo esto suena atractivo pero al final del día, no importa lo bonito que sea el fútbol, tienes que ganar.
En su primer año como director técnico del equipo ecuatoriano Independiente del Valle, hizo historia llevando al club a su primer trofeo en la Copa Sudamericana (equivalente a la Liga Europea). A pesar de que Independiente compitió contra equipos sudamericanos mucho más fuertes, el equipo de Ramírez no retrocedió y continuó con su fútbol atrevido hasta ganarlo todo. Aún más impresionante en esta victoria es que cuatro de los titulares en la final Sudamericana contra Colón fueron productos de la academia de Independiente. La integración de la juventud fue una parte fundamental del éxito de Ramírez en la cancha en su etapa en Ecuador.
“Su estilo de juego es reconocible, con un enfoque basado en la posesión, atacando y entretenido. Deseamos verlo liderando un equipo muy dinámico en el Charlotte FC”, dijo el Director Deportivo del Charlotte FC, Zoran Krneta.
Los seguidores del Charlotte FC disfrutarán de muchas de las tácticas del nuevo entrenador.
Ofensa
Ramírez es un entrenador flexible y adaptable que no tiene una formación favorita. Ajusta mucho las tácticas dependiendo de la liga en la que esté o el oponente que esté jugando. Sin embargo, tiene principios consistentes que incluye en sus tácticas que podemos aprender en cómo armó Independiente durante su exitoso tiempo con este club.
Ramírez ha sido tajante en la importancia que le da el control del balón. “El fútbol, para mí, es un juego de posesión”, le dijo Ramírez a The Athletic., “Pero no manera superficial. Tener el control del juego significa tener la pelota. Esa es la base sobre la que puedo construir todo lo demás”.
En Independiente, la mayoría de partidos iniciaría el equipo en un 4-3-3. Le gustaba emplear un mediocampo formado de un mediocampista defensivo, comúnmente conocido como #6, junto con dos mediocampistas de cuadro a cuadro conocido como #8’s. Además, utilizaba delanteros versátiles y extremos anchos pero no tanto laterales tradicionales.
Una vez en posesión del balón, este 4-3-3 comenzó a transformarse en una forma similar a la formación 3-4-3. El #6 cayó entre los defensores centrales, los laterales se movieron más estrecho actuando como mediocampistas (comúnmente conocido como laterales invertidos), los doble #8’s buscaron recibir el balon, mientras que los extremos permanecieron cerca de la línea lateral y alto para proporcionar la anchura y arrastrar a los defensores de vuelta. Incluso el arquero se involucró en la posesión— empujó hacia arriba para proveer otro medio de pase. Esto creó triángulos de paso entre los jugadores.
Pero, ¿por qué son importantes estos triángulos de paso? ¿As oído el dicho “corriendo círculos alrededor de ellos”? Es un concepto similar a eso, pero en cambio en el fútbol se parece más a “pasar triángulos alrededor de ellos”. Estos triángulos proporcionan una salida de pase en cualquier punto del juego para cada jugador. Ramírez quiere que sus jugadores combinen pases rápidos y cortos en el suelo para alterar la forma defensiva del oponente. La creación de estos triángulos siempre da a los jugadores al menos dos opciones de pase, independientemente de dónde estén en el campo.
Ramírez impulsa a todo el equipo hacia adelante cuando ataca para superar y abrumar a la defensa del oponente. Anima a sus jugadores a no tener miedo de enfrentarse a jugadores contrarios porque atrae a defensores, abriendo espacio que el equipo puede explotar para marcar goles. Esto no se limita a las posiciones de ataque tales atacantes, mediocampistas, extremos y delanteros — cada jugador en la cancha está involucrado en las secuencias de ataque bajo Ramírez.
Cuando llega ese momento inevitable en el que se pierde el balón, la seguridad defensiva se convierte en la preocupación a la hora de sacar tantos números adelante. Esto nos lleva a la filosofía defensiva de Ramírez.
Defensa
“Cuando no tengo el balón, quiero ganarlo de nuevo, y quiero hacer eso lo antes posible para poder seguir atacando”, afirmó Ramírez sobre la defensa.
Cuando el equipo de Ramírez pierde el balón, quiere que recuperen la posesión lo más rápido posible. En términos futbolísticos, esto se llama una contra-prensa. Una contra-prensa es una prensa de equipo agresiva pero organizada que se produce inmediatamente después de perder el balón.
Inmediatamente al perder el balón, el jugador más cercano a la pérdida de posesión, presionará al jugador contrario con el balón (círculo blanco). Al mismo tiempo, el segundo jugador más cercano que está en la ceguera del jugador contrario también presionará el balón iniciando un equipo doble (flechas rojas). La razón por la que el jugador a ciegas presiona es porque, bueno, el jugador contrario estará ciego a ella y por lo tanto no lo esperará.
El punto de esto es obligar al jugador contrario a cometer un error presionándolo para que apure su pase y no permita que el otro equipo conecte pases. Si el jugador contrario no pasa la pelota lo suficientemente rápido, serán enjaulados por dos o tres jugadores y desposeídos. Al mismo tiempo que esto sucede, el resto del equipo de Ramírez se levantará para bloquear los carriles de pase a disposición del jugador contrario con el balón (óvalos rojos).
El punto focal del equipo en defensiva, como en el lado ofensivo, siempre es el balón. Si el balón se cambia al otro lado, toda la estructura defensiva se desplazará hacia ese lado del balón y lo enfrentará. El equipo se instala en lo que se llama una alta prensa, lo que significa que los defensores pueden estar presionando hasta la línea central. Cuando el equipo de Ramírez detiene el contraataque y luego se instala en su forma defensiva, la agresión y la presión no se detiene ahí.
Siempre que un jugador contrario recibe un pase, es un disparador para que el jugador más cercano a él lo presione inmediatamente mientras otros bloquean los carriles de paso pero aún conservan su forma defensiva. Estos disparadores defensivos agresivos se producen a lo largo de toda la fase defensiva hasta que se gana el balón de vuelta. Incluso en el lado de la defensa Ramírez es agresivo y valiente, como lo es en ofensa.
El oriundo de Las Palmas, España, estará llegando a un club que tiene sus propios retos únicos a los que tanto jugadores como entrenadores necesitan adaptarse. Mientras que MLS será un nuevo reto para Ramírez, una tremenda ventaja será que su filosofía, valores y estilo de juego se alinean con la visión y ambición del club. Además, Ramírez ha viajado por todo el mundo en su trayectoria como entrenador y esas experiencias le han ayudado a adaptarse fácilmente a los cambios dentro y fuera de las canchas. Experiencias que resultarán invaluables para navegar en una nueva liga, nuevo equipo y nueva ciudad.
El Director Deportivo del Charlotte FC, Zoran Krneta, ha sido transparente en lo que el club ha estado buscando en su primer director technico. Ramírez cumple con todos los requisitos. ¿Fútbol atractivo, ofensivo que los aficionados disfrutarán? Comprobado. ¿Nutrir el talento juvenil para desarrollarlo a través de la Charlotte Academy hasta el primer equipo? Comprobado. ¿Puede hacer más con menos? Comprobado. ¿Entrenador ambicioso y competitivo que está comprometido con el proyecto de Charlotte FC? Comprobado.
“Miguel es un entrenador brillante, moderno, joven, exitoso, que solo puede ir hacia adelante. Esta combinacion con Charlotte FC está hecha en el cielo”, agregó Krneta.
Miguel Ramírez vuelve a hacer historia al ser el primer director técnico del Charlotte FC. Su objetivo en la Ciudad Reina es crear la marca de fútbol más entretenida y única en la MLS, ganar trofeos domésticos, clasificarse y eventualmente competir en la Liga de Campeones de Concacaf, la competencia de clubes de élite en la región.